5 reglas básicas para visitar a un recién nacido

Cuando se produce un nacimiento en nuestro entorno cercano nos llena de ilusión, aunque éste no sea de nuestro propio hijo. Ya sea de un familiar o un amigo, nos invade la alegría y queremos estar con los padres para celebrar la llegada de una nueva personita al mundo. Pero traer un niño al mundo, aunque es motivo de jolgorio, es todo un proceso para los padres, sean primerizos o no.

A veces los primeros días resultan muy duros, por eso hoy compartimos algunos consejos importantes para tener en cuenta cuando queramos visitar a un recién nacido:

1. Pregunta

A veces muchas personas sienten que tienen el derecho constitucional de visitar a un recién nacido de su familia y puede que los padres quieran intimidad o no se sientan recuperados todavía. O simplemente, por cualquier otro motivo, no desean tener visitas hasta que pasen unos días.

Es algo muy personal y por ello es indispensable preguntar si podemos ir a visitarlos y en caso afirmativo si prefieren que sea en el hospital o cuando ya estén en casa.

2. Lleva comida

Sobre todo si la visita es en casa, la familia nos agradecerá que llevemos un táper con algo preparado para los papás. Tener un hijo es abrumador y los padres del recién nacido tan sólo quieren ocuparse de él y controlar que todo esté correcto, por eso muchas veces no tienen tiempo ni de comer, a veces incluso hasta se les pasa por alto, ya que cuando se tiene un recién nacido se pierden los horarios. Será un gesto que no olvidarán.

Si la visita es en el hospital, una buena idea es llevar algo que no haya podido comer la madre durante el embarazo y le guste, por ejemplo un bocadillo de jamón serrano.

3. Ojo con los virus y gérmenes

Queda terminantemente prohibido ir a visitar a un recién nacido si tenemos el mínimo malestar, ya sea un simple constipado, anginas, gastroenteritis, incluso un herpes labial o un orzuelo podrían afectar al pequeño, así que deberíamos posponer la visita hasta que estemos recuperados.

Si no nos ocurre nada, igualmente debemos tener precaución cuando cogemos o tocamos al bebé, y es recomendable lavarse bien las manos con agua y jabón o el típico gel desinfectante que se encuentra en cualquier hospital.

4. Ofrece ayuda

Al visitarles es agradable ofrecer nuestra ayuda a los recién estrenados papás en la medida de nuestra confianza con ellos.

Cosas en las que ayudar hay mil: desde ofrecernos a jugar y acompañar a un supuesto hermano mayor si lo hubiese o recogerlo del colegio, hasta hacerles la colada o la comida o simplemente ir a hacerles la compra o algún recado. Lo agradecerán infinitamente.

5. Cuidado con los comentarios

Si algo ocurre cuando llega un nuevo miembro a una familia es la sensación de que todo el mundo va sobrado de sabiduría y consejos.

Querer ayudar está bien pero hay que tener cuidado con los comentarios que hacemos a los padres y, sobre todo, respetar sus elecciones aunque no las compartamos, como por ejemplo: colecho, lactancia exclusiva o de fórmula, etc.

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