La babymoon es una tradición típica norteamericana, pero como muchas costumbres estadounidenses se está expandiendo de manera considerable alrededor del mundo. El nombre nace de un juego de palabras, entre “honeymoon” (luna de miel) y “baby” (bebé) y se trata de las últimas vacaciones románticas para la pareja antes de la llegada el bebé.
En el sentido estricto de la definición, la babymoon sería tan sólo justo antes del primer embarazo, pero son muchísimas las parejas que siguen teniendo la costumbre de tomarse un “break” sólo para dos antes de recibir a su próximo hijo, sea el segundo o el tercero, etc. Tanto las madres como los padres necesitan cargar para cumplir con su misión lo mejor posible.
Coger fuerzas para cuidar mejor al bebé
Seguro que estáis contando los días que quedan la fecha estimada del parto y estáis deseando conocer a vuestro bebé y empezar una nueva etapa junto a él, es un momento único y el principio de una etapa muy bonita, pero no exageramos cuando decimos que con un recién nacido en casa, los momentos de pareja se reducen muchísimo y en algunos casos, incluso desaparecen durante un tiempo. Esto, por supuesto, no tiene nada de malo y forma parte del ciclo natural de crear una familia pero es por ello que os invitamos a que os toméis un tiempo de relax para los dos poco antes de que viváis este momento tan trascendental en vuestra pareja.
Si os decidís, vuestra babymoon será como vosotros queráis, obviamente: un fin de semana o una semana entera, playa o montaña, etc. Cada pareja elegirá aquello que más se adecúe a sus gustos y posibilidades.
Recomendaciones para una babymoon perfecta
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Pensad bien para qué semanas de embarazo la queréis programar: es recomendable realizarla a finales del segundo trimestre o principios del tercero, cuando el embarazo está establecido y la futura mamá aún no está muy cansada por el exceso de peso y los preliminares al parto.
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Escoged el destino teniendo en cuenta que puedan surgir contratiempos: un lugar que quede cercano a un centro médico u hospital con buenas referencias.
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Comprobad las políticas de viaje para embarazadas de las aerolíneas: si os decidís a viajar en avión hay que tener en cuenta que cada compañía establece unos tiempos límite de viaje para las embarazadas y en algún caso pueden pedir un informe médico.