Beneficios de una dieta detox antes del embarazo

La preocupación por un bebé en crecimiento a menudo comienza cuando una mujer se queda embarazada, pero es necesario reflexionar sobre temas que a menudo pasamos por alto. Es verdad que la mayoría de nosotros acumulamos una gran carga tóxica en nuestro propio cuerpo, por lo que deberíamos pensar en cómo desintoxicarnos y qué podemos hacer cuando planifiquemos concebir.

Hay un número de pasos previos bastante fáciles que son beneficiosos para todos y en particular para las mujeres que deseen gestar un bebé, como por ejemplo, comenzar un régimen prenatal de vitaminas y suplementos, eliminar tóxicos de tu rutina de cuidado personal y comer ecológico lo máximo posible, puesto que en solo unos pocos días muchos pesticidas y herbicidas de los alimentos salen del cuerpo.

Merece la pena el esfuerzo: los bebés de hoy nacen pre-contaminados. Un estudio encontró un total de 232 químicos tóxicos en la sangre del cordón umbilical; mientras que otro encontró 287 diferentes químicos industriales y contaminantes. Se sabe que 180 de esos causan cáncer en humanos y 217 de los cuales son tóxicos para el cerebro y el sistema nervioso.

Desde la concepción en adelante, nuestros bebés reciben más que nuestros genes; a través de la transferencia materno-fetal, reciben una influjo constante de la carga de sustancias químicas que hemos acumulado a lo largo de nuestras vidas y a la que estan expuestas sus madres durante el embarazo. El embarazo en sí mismo aumenta la movilización de una serie de químicos almacenados y metales pesados, por ejemplo, el plomo, que atraviesan la placenta y llegan al bebé.

Otro estudio encontró que las mujeres embarazadas y sus fetos están siendo expuestos al triclosán y al triclocarburo, ambos alteradores endocrinos, a través del uso de jabones antibacterianos, pastas dentales y más de 2000 productos de consumo común.

Los alteradores endocrinos pueden afectar la forma en que las hormonas funcionan en nuestro cuerpo, y esto puede tener un impacto importante en los fetos que aún se encuentran en el proceso de diferenciación y desarrollo sexual. Sabemos que las tasas de defectos congénitos de los órganos sexuales de los bebés, particularmente de los varones, han aumentado drásticamente en los últimos años. Cada una de las mujeres examinadas en este estudio tenía triclosán en sus cuerpos, y la mitad de los recién nacidos examinados también estaban expuestos al triclosán.

No está claro si los programas específicos de desintoxicación realizados en pocos meses después de la concepción podrían realmente movilizar las toxinas almacenadas en el torrente sanguíneo. Por lo tanto, el tiempo se convierte en una consideración importante. Si planeas hacer un programa de desintoxicación, se recomienda comenzar 6 meses antes del tiempo de concepción planeado, permitiendo 3 meses entre el final de la desintoxicación y cuando te quedas embarazada.

Si tienes síntomas o afecciones que sugieren toxicidad ambiental, particularmente síntomas de fatiga crónica, fibromialgia, afecciones autoinmunes o exposiciones conocidas a toxinas, entonces acudir a un médico especialista en medicina ambiental, preventiva o medicina funcional-integradora es una buena forma de comenzar a recibir buenos consejos sobre cómo desintoxicarse apropiadamente.

Una alta carga de toxicidad en las gestantes implica que los bebés sean más propensos a tener alergias e intolerancias.

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