Mantener el calor en invierno es solamente cuestión de abrigarse y encender una estufa, pero el frío puede afectar a nuestra piel y para mantenerla saludable se necesitan de cuidados específicos.
El clima frío provoca que la piel se seque y se agriete, en especial en las áreas que están expuestas al aire directamente. Afortunadamente, tomando algunas precauciones, los remedios son fáciles y es compatible mantener la piel sana y suave aunque las temperaturas bajen.
La piel puede reaccionar de forma diferente durante el invierno dependiendo de cada persona y las características propias de su piel, pero en general todas las pieles se vuelven mucho más sensibles, se secan y se descaman.
6 consejos para proteger tu piel
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Cambiar a un aceite de limpieza: Sin importar la temporada, una buena limpieza es la base para el cuidado de la piel. En invierno, puedes reemplazar tu producto de limpieza habitual por un aceite de limpieza no comedogénico; ya que este limpiará la suciedad y el maquillaje de manera eficiente, aportando un extra de hidratación, además, se puede lavar completamente.
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Limpieza profunda en las noches: Por las mañanas lo ideal es lavarse la cara con un tónico para refrescarla sin dañar la cubierta lipídica de la piel, que es lo que evita que la humedad de la piel llegue a evaporarse.
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Peeling con enzimas: Si la piel está seca, es señal de que necesita deshacerte de las células viejas. Una opción es usar exfoliante, hay que tener cuidado ya que los granos pequeños pueden irritar la piel que se ha vuelto sensible por el clima. Es preferible usar una exfoliación con enzimas dos veces por semana.
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Trabajo nocturno para tu piel: Usar de forma regular una mascarilla facial hidratante durante la noche, es una buena idea para que haga el trabajo pesado mientras se descansa.
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Cuidarla desde el interior: A veces no olvidamos de que la piel es uno de nuestros órganos, por ello debemos tener en cuenta que se le puede ayudar también desde el interior, asegurándonos de que la comida le proporciona antioxidantes adicionales y una dosis de Omega 3, 6, 7 y 9. Por ejemplo, las nueces y las frutas pueden proporcionarle los nutrientes esenciales.
La sensibilidad de la piel de los bebés
El aire frío y seco del invierno puede ser brutal para la piel del bebé, pero con un poco de atención adicional permanecerá suave y flexible. Aquí algunas recomendaciones:
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Cremas hidratantes para bebés: Después de bañar a tu bebé aplícale una loción hidratante para bebés sobre su piel ligeramente húmeda para ayudar a retener la humedad.
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Prevención de labios agrietados: Cubre sus labios con una delgada capa de vaselina o un bálsamo suave para los labios. Esto creará una barrera de protección contra el frío y ayudará a disminuir las posibilidades de que los labios se le agrieten.
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Erupciones cutáneas en invierno: El bebé puede sufrir algún sarpullido en invierno, lo cual puede ocurrir cuando está muy abrigado o está sentado en un área con mala circulación de aire. Para evitar esta erupción, vístelo con capas transpirables y a medida que la temperatura se caliente, quita una capa y colócalo en un área cómoda y bien ventilada.
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Manejando la erupción del pañal: Son muchas las causas de la erupción del pañal pero existen diferentes tipos de pomadas para este tipo de problema y poder mantenerlo bajo control. De igual forma debes cambiar el pañal con regularidad y limpiar bien al bebé.
Como veis, la piel de toda la familia, en invierno requiere de más atención de lo habitual pero con los cuidados oportunos gozaremos de una piel en excelentes condiciones.