Crea una zona de trabajo en casa

Trabajar desde casa

Trabajar desde casa puede tener muchas ventajas: ahorras tiempo y dinero en desplazamientos, eres más libre a nivel de horarios, puedes compaginar diferentes trabajos con mayor comodidad… Sin embargo, para ello es imprescindible establecer algunas normas y, sobre todo, tener un espacio dedicado exclusivamente para trabajar.

Lógicamente, puedes moverte de sitio circunstancialmente (para eso existe el Wi-Fi), pero está comprobado que la eficiencia y la higiene postural mejoran considerablemente si tienes definido un espacio de trabajo en tu casa.

Para ayudarte a definir los aspectos clave para tener una zona de trabajo adecuada, en este artículo te daremos una serie de sugerencias cuya mejoría está probada y asegurada.

Elegir y acondicionar tu zona de trabajo

Según cuáles sean tus necesidades y preferencias, optarás por un lugar u otro de la casa. Por ejemplo, si debes pasar mucho tiempo, se recomienda una habitación con buena iluminación, preferentemente luz natural, y ventilación.

Además, si tienes que contactar con clientes, ya sea por teléfono, Skype o videollamada, asegúrate de que los ruidos del resto de la casa no te van a afectar. En caso de que tengas hijos, mejor alejarse de su habitación, el cuarto de juegos o donde esté la televisión.

En caso de que los clientes vayan a venir a tu domicilio, sería preferible que la habitación tenga una entrada independiente o al menos no haya que atravesar la casa para llegar a tu despacho. Como es lógico, en este caso no solo deberás pensar en la funcionalidad del espacio sino también en la estética y la imagen que quieres proyectar.

Mejora tu productividad

Una zona de trabajo debe ser para…trabajar. Parece obvio, pero no siempre es fácil cumplirlo. Tener distracciones puede alargar tus jornadas y te quitará tiempo para estar con tu familia, tus amigos o simplemente descansar.

Igualmente, sentirte cómodo es primordial, por lo que comprar una silla ergonómica te ayudará a ser más productivo ya que te encontrarás mejor física y mentalmente. También merece la pena invertir en una buena pantalla para el ordenador, una mesa que se puede elevar para trabajar de pie o accesorios que fomenten tu comodidad.

Aunque no vayas a una oficina convencional, es recomendable contar con el mejor equipo posible. Dependiendo de tu negocio, eso significará contar con un asistente virtual o, simplemente, software especializado para agilizar tu flujo de trabajo.

Ventajas de trabajar desde casa

Una vez que hayas establecido el lugar en el que trabajar es hora de ponerse las pilas. Uno de los pros es que tienes más libertad, sobre todo a nivel de horarios, ya que te permitirá conciliar mejor tu vida especialmente si tienes hijos. De todos modos, eso puede ser un arma de doble filo si no te pones algunas normas o verás cómo desciende tu productividad.

Podrás optar a un estilo de vida más relajado en el que eres tú quien marca las pautas a seguir y puedes elegir no trabajar tanto durante un periodo de tiempo si tienes estabilidad económica que te respalde, aunque también podrás ahorrar dinero yendo de vacaciones cuando es más barato.

En definitiva, de alguna manera te conviertes en tu propio jefe y eso te permite tener mayor control sobre tu vida laboral. Si eres capaz de gestionar que será una forma de trabajar algo menos estructurada, disfrutarás más con tu nuevo modo de vida y puede ser un punto de inflexión tanto para ti como para los que te rodean, ya que podrás prestarles más atención.

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