La botella de la calma es un recurso ligado a la filosofía Montessori para que cuando los niños estén enfadados, rabiosos, ansiosos o estresados podamos ayudarles a que se calmen.
Esta original idea está pensada para ponerla en práctica con niños de edades comprendidas entre 2 y 5 años, esto es porque a partir de esa edad ya tiene recursos para expresar e identificar sus disgustos y no tendrá rabietas descontroladas, sino más bien enfados más fundados y sobre los que se puede dialogar, negociar o, sencillamente, razonar.
Cómo utilizar la Botella de la Calma
El modo de uso de La Botella de la Calma es muy simple: cuando el pequeño se encuentre en plena rabieta y no haya forma de tranquilizarlo, hay que darle la botella y pedirle que la agite y que mire como los brillos de la purpurina se mueven lentamente.
La atención que pondrá en fijarse cómo van cayendo las motas brillantes será una forma de desviar a nuestro hijo de lo que le ocupaba y de que paulatinamente se relaje.
Puede parecer que el funcionamiento es una tontería pero la base de este método se inspira en los principios de la meditación, concretamente del mindfulness infantil o del yoga, conocidas técnicas de relajación naturales y que ayudan, no sólo a la relajación, sino también a identificar, aceptar y expresar lo que sentimos en cada momento.
Una forma de ayudarles a entender y a usar la botella de la calma es explicarles que nuestros pensamientos o emociones se descontrolan y van muy rápidos, como las motas brillantes cuando se mueven y que al dejar la botella quieta empezarán a relajarse hasta que se queden quietos.
DIY: ¡Haz tu propia botella de la calma!
No hace falta que te vuelvas loca buscando un sitio donde la vendan, ya que puedes hacerla tú misma en casa y con la ayuda de los pequeños.
Materiales necesarios
-
Una botella transparente.
-
Como la van a usar los niños estando enfadados o nerviosos, recomendamos que sea de plástico.
-
2 cucharaditas de purpurina o motas brillantes.
-
2 cucharaditas de pintura o colorante.
-
Agua caliente.
-
Pistola de silicona.
Paso a paso
-
Echar todos los materiales, excepto la silicona dejando aproximadamente 2 cm libres para que haya aire y pueda por tanto, haber movimiento.
-
Con la pistola de silicona sellamos bien el tapón de la botella, comprobando que no se escapa el líquido y que aunque el pequeño la manipule no podrá abrirla.
-
¡Y voilà! ¡Ya tenéis vuestra botella de la calma!