El yoga es una disciplina que aporta muchos beneficios a nuestro cuerpo de forma física y también psicológicamente. Cuando se practica de manera constante se pueden observar cambios como tener más elasticidad, notar un cuerpo más ligero, que está en forma y además, también un cuerpo relajado, en el que se es consciente de los músculos y donde se trabaja con la mayoría de ellos, sin sobrecargarlos; y todo ello se aprende a través de la higiene postural y de la correcta respiración.
¿Por qué es bueno el yoga para niños?
Por todos eso beneficios y muchos más, el yoga cuenta con cada vez más adeptos entre la población adulta, pero si es un ejercicio de bajo impacto y sumamente respetuoso con el cuerpo ¿no es también perfecto para que lo practiquen los más pequeños de la casa? Claro que sí, el yoga se puede adaptar a los más pequeños, que además gozan de manera natural de una elasticidad y flexibilidad superior a la que de los adultos.
El yoga les ayudará además a trabajar la concentración y la relajación. Y obviamente, aunque se trate de yoga también, sus adaptaciones para niños deberán estar bien planteadas, no sólo en lo que a posturas se refiere, sino también en la dinámica mediante la cual se ejecuta. Lo mejor y más común es practicar yoga a partir de juegos, canciones, bailes, cuentos y sobre todo, con mucha diversión.
Edad para empezar a hacer yoga
Los niños de 3-4 años en adelante pueden empezar a asistir a talleres de yoga con total seguridad, y hoy en día no será difícil encontrar clases, ya que, debido al auge de esta actividad entre adultos, muchos estudios empiezan a ofrecer también talleres de yoga para niños, incluso, cada vez más colegios lo ofertan entre sus actividad extraescolares.
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